MADROÑO















El madroño, o arbutus unedo, de la familia de las ericáceas, es un arbolillo o arbusto perenne. Aunque normalmente tiene una altura de unos cinco metros, puede alcanzar los diez metros. Se desarrolla por todo el Mediterráneo; en la Península Ibérica crece en todo el litoral del mare nostrum y en Andalucía, así como en diversas zonas del interior, excepto en aquellas con un clima más frío.

Aunque crece de forma espontánea en bosques, es una opción muy adecuada para tu jardín, ya que disfrutarás de su follaje verde durante todo el año y, durante el otoño, sus flores blancas y sus frutos lo llenarán de colorido.

Descripción

Con un crecimiento lento, este arbolillo presenta un tronco con la corteza escamada. Su madera, de densidad muy alta, se utiliza para trabajos de ebanistería, ya que resulta fácil de pulir. Las hojas, alternas y con un aspecto parecido al laurel, tienen los bordes con forma de sierra y ligeramente rojizos.

Las flores crecen en otoño en ramilletes, son pequeñas, acampanadas y su color oscila entre el blanco y el rosado. Los frutos, de maduración muy lenta -tardan un año-, hacen su aparición también en esta época, y no es extraño contemplarlos al mismo tiempo que las flores.

Esféricos y rugosos, adquieren un tono rojizo a medida que se van desarrollando. Asimismo, comienzan a fermentar en el árbol, por lo que contienen una proporción de alcohol. Comestibles, se utilizan para preparar aguardientes y jaleas.



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