HISTORIA DE HORNACHUELOS

HORNACHUELOS SU HISTORIA Y SU ARCHIVO MUNICIPAL

Mª Carmen Martínez Hernández

Directora del Archivo de la Diputación de Córdoba

El Archivo Municipal de Hornachuelos comenzó a organizarse en 1985 con una beca concedida por la Diputación Provincial de Córdoba , dentro de su campaña de recuperación del patrimonio documental municipal de nuestra provincia .

La labor realizada de inventario por el becario Carlos Ruiz Caballero y continuada actualmente por Oscar Morales Pérez, han puesto a disposición de los investigadores y estudiosos de la historia de Hornachuelos una documentación bien organizada . En base a tal labor , testimoniada en el inventario de las series documentales del Archivo Municipal de Hornachuelos , escribo algunas reflexiones sobre historia de los pueblos y como ésta, siempre fiel reflejo , aunque en miniatura , de la historia nacional . Un simple vistazo a los inventarios de la documentación municipal nos ofrece las vicisitudes por la que pasó la provincia , y aunque tenga rasgos generales a todos los pueblos, también ofrecen sus peculiaridades. Veamos que nos ofrece en Hornachuelos.

Al igual que en el resto de los municipios de la provincia de Córdoba, este archivo se organizó siguiendo el mismo cuadro de clasificación de los documentos municipales y se estructura en 16 secciones que detallaremos en otra ocasión . Aunque algunos de los documentos más atrayentes ya han sido puestos en relieve en otro lugar de esta revista , vamos a incidir un poco más en lo contiene este archivo y que refleja grosso modo su historia.

En todo archivo municipal podemos distinguir dos tipos de series documentales. Las permanentes , es decir , aquéllas de larga duración que deben persistir a lo largo de toda gestión municipal , como pueden ser los libros de actas capitulares, los que recogen las disposiciones normativas ( leyes , decretos , órdenes , etc.) y especialmente las de tipo económico: cuentas de los bienes propios y comunes ; el pósito ; los impuestos y contribuciones ; los padrones de vecinos ; censos económicos ; presupuestos municipales ; etc. Y las llamamos de larga duración porque teóricamente deben persistir desde la creación de los ayuntamientos hasta nuestros días .

Hay otro tipo de series , las que denominaremos documentación seriada no permanente , aunque tenga mayor o menor duración . Responden a determinados temas que aparecen en periodos cronológicos más o menos largos , pero que se interrumpen para luego volver a reaparecer. Podríamos decir que es una documentación intermitente , surge ante determinadas cuestiones políticas , sociales , económicas , etc., que una vez resueltas , al menos circunstancialmente , no siguen generando este tipo de documentación, es decir , se interrumpe , pero esos mismos problemas pueden volver a plantearse lo que determina que se reanuden esa serie de expedientes . Como muestras podemos citar lo relacionado con temas militares , pues hasta que en el siglo XIX se reclutaban a los hombres en función de las guerras que había o también los problemas que plantean los deslindes o amojonamientos según se modifica el termino municipal . Las cuestiones de beneficencia , educación sanidad también pertenecen a este tipo de series .

Hay otro tipo de documentación totalmente circunstancial, episódica, surge en un momento dado ante un problema determinado y que no tiene precedentes ni se repite posteriormente como ocurre con los problemas del bandolerismo en la centuria pasada .

Las largas series documentales de carácter permanente, teóricamente debían de ser continuas en todos los archivos municipales, son sin embargo, las que sufren una serie de cortes por razones totalmente ajenas a la elaboración de los documentos, a la gestión municipal . En líneas generales podemos decir que son dos los grandes causantes de esos cortes documentales: la incuria humana ( el afán destructor del hombre por eliminar testimonios escritos o por despreocupación cultural ) y los conflictos bélicos .

Es, sin embargo en este sentido , donde el Archivo Municipal de Hornachuelos es atípico , no hay apenas cortes , en sus series documentales permanentes. Es como si los grandes conflictos bélicos que desgarraron el país y a Andalucía a lo largo de los siglos, no afectaran gravemente a Hornachuelos . Y , además , tuvo la suerte de que ningún vándalo , funcionario o político , decidiera vender o quemar los papeles de la gestión municipal y que constituyen uno de sus más importantes patrimonios culturales , el histórico – documental . Afortunado como pocos, este pueblo conserva casi intacta la memoria histórica de la vida de sus antepasados a través de los papeles en que los escribanos municipales, habitantes del pueblo en definitiva , dejaron testimonio de su quehacer diario, de sus problemas, de sus conflictos internos y de las presiones, demandas y recaudaciones de la política nacional .Es , tal vez, uno de esos ejemplos para la Historia y los historiadores, en los que el ámbito reducido a una pequeña comunidad , donde el protagonismo de sus habitantes no ha quedado empañado por los acontecimientos estelares de la gran Historia, por que el verdadero protagonista de aquélla es el ser humano, los hombres y mujeres “sin historia “de todos los pueblos .

Y sin embargo , Hornachuelos no queda al margen de la historia sino que forma parte de ella porque refleja como en miniatura todo el proceso evolutivo del país como voy a intentar exponer brevemente.

Para el Archivo Municipal de Hornachuelos su historia comienza muy tardíamente, a fines del siglo XIV , parece ser que hasta ahora , el documento más antiguo es el pleito firmado por los Reyes Católicos en 1496 . Por esas fechas el municipio de Hornachuelos era uno de los 21 lugares de realengo, su jurisdicción dependía directamente de la ciudad de Córdoba desde que fue conquistada por Fernando III en 1240; pero el archivo no conserva testimonio de este evento; aunque sí de otro muy importante que guarda estrecha relación con la historia nacional . En el siglo XVII , los monarcas deseosos de mantener la hegemonía española en el exterior van a estar muy necesitados de dinero, Don Lope de Hoces y Córdoba prestó a Felipe IV 40.000 ducados y a cambio el Rey vendió en 1637 la jurisdicción sobre Hornachuelos, más otros 3.000 ducados que aportó Don Lope. Algunos años después la erigió en condado y otorga el título de Conde de Hornachuelos a Don Lope; será su viuda Dña. Aldonza de Hoces y Haro quien recogerá todos los privilegios inherentes al condado y que se recogen en el libro de privilegios de la villa. El siglo XVIII se caracteriza , también en Córdoba, por el intento de la Corona de que todos los pueblos y villas se emancipen de la jurisdicción señorial y revengan a la real , - lo que hoy llamamos administración central -, pero no es Hornachuelos uno de ellos. Será el decreto de Cortes Generales de 6 de agosto de 1811 el que suprima los señoríos jurisdiccionales .

LOS DOCUMENTOS LEGISLATIVOS

Hay una importante serie de disposiciones normativas, reales órdenes y decretos, tanto emanadas del poder central como de los corregidores de la villa a lo largo del siglo XVI, XVII y XVIII, a través de los que se puede analizar cuales son las directrices que se imponen desde la Corte o de Córdoba . La respuesta local a estas directrices políticas es lo que hoy podemos seguir a través de las cuestiones planteadas y debatidas en los calbidos capitulares. La colección legislativa de España se conserva desde 1860.

LOS LIBROS DE ACTAS

Las series de actas capitulares son la colección de libros donde se resumen todos aquellos debates y las resoluciones que el calbildo municipal vota. Esta serie es importantísima, es uno de los ejes vertebradores de la historia municipal de un pueblo. Lo más curioso de este archivo de Hornachuelos es que esta serie, vital para su historia, no sufre apenas interrupciones. Las primeras comienzan en 1572 y continúan hasta nuestros días, no aparecen, al menos desde los simples inventarios, que los grandes conflictos bélicos provocados por inversiones o presencias de tropas extranjeras, como fueron la Guerra de Sucesión (1700-1714 ) o la Guerra de la Independencia un siglo después (1808-1814), afectase de modo sustancial a la vida municipal y por ende a sus testimonios escritos: las actas capitulares . Ni tampoco las luchas fratricidas que asolaron nuestro país hasta tiempos recientes, o los periodos revolucionarios, interrumpieron las colecciones documentales. Obviamente , analizando estas actas y estos documentos debe reflejarse el devenir histórico general , pero aquí estamos exponiéndolo desde el punto de vista estrictamente archivístico, el de la permanencia o no de las series documentales.

Aunque la obligatoriedad de llevar un libro de actas capitulares, como de recoger las cartas, órdenes y privilegios, es más antiguo. Va a ser el nuevo régimen político-administrativo implantado en el segundo tercio del XIX cuando se va unificando cierto tipo de documentación, especialmente la económica, como son los presupuestos municipales que aparecen de forma continua como tales desde 1886, sin embargo, las cuentas de aprovechamiento del patrimonio municipal son mucho más antiguas, particularmente los propios y comunes.

EL PATRIMONIO Y LA HACIENDA MUNICIPAL

Los propios son el conjunto de bienes comunes sin más distinción que lo que eran las fincas productivas y de cuyos beneficios se aplicaban a los gastos que originaban el consejo y las fincas no productivas, cuyo aprovechamiento era común y gratuito de todos los vecinos. Estos bienes comunales tuvieron su origen en los repartimientos de tierras que el Rey hizo tras la Reconquista tanto él como los señores despojaron de sus derechos o pertenencias en beneficio común de los vecinos . La legislación respecto a este patrimonio comunal ha sido constante, disponiendo Juan II sobre el derecho de guardar estos bienes, los Reyes Católicos insistirán en la buena administración de los propios, pero el abuso y la mala administración continuaban en los ayuntamientos que pese al uniformismo borbónico y a las reglas establecidas por el Marqués de la Ensenada en 1745, a lo largo del setecientos y parte de ochocientos, los bienes de propios son objetos de miles de reglamentos, será el radical cambio del sistema administrativo el que haga que estos bienes que rijan por la Ley de ayuntamientos de 1845.

Toda esta complicada maraña política administrativa también tienen lugar en Hornachuelos . Hay un inventario de los bienes de propios que parecen iniciarse en 1496 y su ultima fecha es de 1773 y otro de 1924 . Pero las cuentas de propios, las rentas , los arrendamientos , etc., constan desde casi principios del siglo XVIII, aunque hay documentos de 1634 y 1641 . Se inician recién terminada la Guerra de la Sucesión en 1715 y parece que no se interrumpen hasta 1806. Las cuentas generales inician su serie en 1826 y llega a nuestros días sin solución de continuidad.

Aparte de estas cuentas del patrimonio, hay interesantísimos informes sobre la clasificación de esos bienes, la limpieza, descuaje y roturación de montes, el repartimiento y sorteo entre los vecinos, así como lo que producían las fincas.También queda reflejada en el Archivo toda la problemática que en el siglo XIX se suscita con los enajenaciones, transmisiones de dominio, desamortizaciones, etc. Hay que destacar también en esta sección dedicada al patrimonio, un informe de los caminos locales y vías pecuarias, así como mapas de términos vecinos de La Cardenchosa, Trassierra, Posadas, Las Navas de la Concepción y Guadalcázar .

Los presupuestos municipales ordinarios constan con tal denominación desde 1886 hasta hoy.Y, también, los extraordinarios y especiales.

No queda Hornachuelos al margen de la presión fiscal permanente a lo largo de la Historia de España . Los libros de alcabalas datan de 1525 . Del Catastro de Ensenada se conservan algunos libros. Los repartimientos de utilidades de 1828, las subastas de alcabalas del viento, jabón, aguardientes, géneros extranjeros, etc. Sin embargo, no es la documentación tributaria antigua muy abundante. Conservada prácticamente en su totalidad la del siglo XIX y XX. Por ejemplo los padrones fiscales de rústica y urbanas están seriados desde 1905. Aunque ya constan desde 1820 documentos cobratorios de la contribución urbana.

Dentro de la documentación de carácter económico , hay unos interesantes documentos sobre olivares y cosechas de hacia 1744 , así como los lugares que había en el termino entre 1645 y 1796.

EL POSITO

Los pósitos fueron unos establecimientos benéficos creados al objeto de ayudar a la gran masa de población menesterosa, por que la situación de los pueblos era de una miseria permanente, en parte debido a las inmensas propiedades territoriales, concentradas en pocas manos, y también a las trabas de la administración, más el atraso general de la agricultura y el comercio. Ante tan nefasta situación, para remediar la falta de subsistencias publicas en alguna circunstancia, y para suministrar a labrador el grano o dinero que le permitiese sembrar, promover cosechas y combatir la escasez , se crean los pósitos, en consonancia con las necesidades económicas de aquellos siglos de la modernidad, aunque las transformaciones económicas que surgieron en el Setecientos y la no adaptación a las mismas, de los pósitos hará que éstos vayan decayendo e intente vivificarse a lo largo del XIX.

De estos establecimientos, de sus leyes, reglamentos, cuadernos de órdenes, prestamos, cuentas, hay una rica documentación: así constan en los libros de sus actas desde 1674 a 1907, libros cobratorios de 1773 a 1843; cuentas desde 1638; préstamos desde 1578 , etc. En definitiva, una serie documental importantísima para estudiar la economía agrícola del pueblo.

Los documentos que conllevan la delimitación del término datan de 1496, pero las cuestiones concernientes a deslindes y amojonamientos con territorios limítrofes se arrastran a lo largo de los siglos modernos (XVI al XVIII ) y llegan hasta nuestros días.

POBLACION , SOCIEDAD Y OTRAS SERIES DOCUMENTALES

Para el estudio de la población de Hornachuelos contamos con censos de población, aunque tardíos pues los primeros que se constatan son de 1881.

Patrones de beneficencia tenemos desde 1828, aunque expedientes de obras pías hay de 1736.

Las series de reclutamientos comienzan en 1728 y no se interrumpen hasta nuestros días. Aunque sí hay incidencias, al igual que en otros municipios, de la sangría demográfica que supusieron las guerras coloniales del último tercio del siglo XIX y principios del XX por los expedientes de prófugos.

Expedientes contemporáneos de la propia administración municipal como correspondencia, urbanismo, sanidad, educación, completan un archivo municipal que aunque, es pequeño es, sin embargo, uno de los que mejor han conservado su documentación. Espero que entre los habitantes de Hornachuelos salgan estudiosos que con tan magnífica documentación, ofrezcan a sus conciudadanos, mediante monografías de su historia local, toda la abundante información que sobre sus antepasados se conserva, y crear la conciencia critica necesaria para que conociendo su pasado y analizando el presente de Hornachuelos sepan proyectar lo político, lo económico, lo social y lo cultural del futuro de este bello pueblo .

DATOS

1. RUIZ CABALLERO , C. y MORALES PEREZ , O. :” El Archivo Municipal de Hornachuelos y su tesoro bibliográfico” . Revista Cultural de Información General de la Villa de Hornachuelos , Nº. 1 ,

(diciembre 1998) , 11-12.

2. ESCOBAR CAMACHO J.Mª. :Córdoba y su Provincia”, Sevilla , II, 1986 , pag. 285 y para una visión mas detallada sobre las ciudades de realengo , y cuando pasan jurisdicción señorial . Vid. El capitulo dedicado a Córdoba y su Provincia , Sevilla II, 1986 pag. 323-381 y los cuadros y mapas que yo mismo elaboré sobre todos los sitados lugares de señorío y realengo .

3. Para una referencia sobre diversidades de la documentación municipal vean MARTINEZ HERNÁNDEZ, MªC. “El patrimonio documental andaluz : necesidad de su conservación e importancia

de su estudio” en El Barroco Andalucía Córdoba , 1984, II, 143-151.

4. Para la formación de los libros de órdenes , privilegios , etc. Vid. Novisima T.III libro VII Tit. Ley III pp.3-4 .

5. Vid Propios Y Comunes en MARTINEZ ALCUBILLA : “Diccionario de administración” , Madrid , 1862-t.v. pp. 525-528.

6. Vid Pósitos , en I bid. , pp 431-432 .

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